Históricamente este pais ha librado su particular guerra contra los árboles. En las estepas cerealistas de Castilla no hay un árbol ni para sombra. Me justificaban este hecho algunos conocidos de por allí, alcaldes incluidos, que era para evitar cualquier guarida a los pájaros que les robaban el grano. ¿Y en La Mancha en sus estepas de viñedos? Para que no se coman las uvas. Sin árboles, con las tierras envenenadas por los plaguicidas, el uso de herbicidas, la erosión,....el desierto.
En épocas de canícula del año como ésta, desde Vitoria hasta Cádiz, España parece un desierto. Jaén con sus olivos puede parecer otra cosa pero también se desertiza a marchas forzadas.
Hay que llevar a cabo una cruzada contra la desertización. Las tierras deben enriquecerse con materia orgánica, los linderos llenarse de arboledas para aumentar la biodiversidad, evitarse los herbicidas y plaguicidas y aliarse de una vez por todas con este planeta agonizante.
